Lunes 10 - Resumen de Actividad

15:30 Inscripciones
16:30 Palabras de Apertura
17:00 Gustavo E. PONFERRADA: Historia del cuerpo.
17:30 Leo J. ELDERS (Holanda): El cuerpo humano y el conocimiento según S. Tomás de Aquino.
18:30 María L. LUKAC de STIER: Hombre: ni ángel ni bestia.
19:00 Juan José SANGUINETI (Italia): El cuerpo intencional.
19:30 ángela GARCíA de BERTOLACCI: La corporeidad humana es cuerpo subjetivo.

Recepción a los Participantes


HISTORIA DEL CUERPO

El cuerpo humano está volcado a los cuerpos que forman el mundo físico del que formarnos parte naturalmente era lógico que cuando lo hombres comenzaron a ordenar reflexivamente sus pensamientos, ante todo se ocuparan de los cuerpos. Surgió más tarde el prob1ema de cómo armonizar la multiplicidad de las cosas con su real unidad. Una salida fue el suponer que todo estaba constituido por un mismo principio corpóreo, agua, aire, fuego, después otros. Otro tema fue el distinguir entre os cuerpos vivientes y los no vivientes, es decir, entre los que se mueven de por sí y los inertes, que son movidos por otros. Los primeros poseen un alma corpóreo, pero muy sutil que les da vida. Esta visión materialista chocó con dos hechos trascendentes: el descubrimiento de lo espiritual por obra de Platón y del advenimiento del cristianismo con su fe en la resurrección del Verbo de Dios. El primero de estos hechos fije explotado por los gnósticos que vieron en la materia la raíz del mal. Los Santos Padres defendieron la creación por el único Dios tanto de lo espiritual como de lo corpóreo: todo lo creado es bueno. Así lo proclamaron desde el siglo I San Justino, Atenagoras. San Agustín. En pos de ellos retomó Santo Tomás la visión patrística y le dio un basamento racional inspirado en el aristotelismo. Cambió el sentido tradicional del ascetismo: la mortificación, no es, como decía el estoicismo, un ataque al cuerpo, enemigo el alma, sino una oblación amorosa a Dios; al unir nuestros sacrificios a los sufrimientos de Cristo no solo superamos el desorden pasional sino que adquirimos méritos sobrenaturales. La vida moderna acostumbró a los hombres a la comodidad, al facilismo, a la tolerancia, al indeferentismo religioso, difundiendo así un materialismo difuso. No se teoriza ya sobre el cuerpo pero de hecho se lo endiosa. Los nuevos humanismos y los personalismos apenas tratan del cuerpo: La atención ahora está en lo social y político. Será preciso asumir el equilibrio que preconizó Santo Tomás.
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Gustavo E. PONFERRADA

Es Presidente de la Sociedad tomista Argentina, es licenciado y Doctor en Filosofía. por la Universidad Santo Tomás de Aquino de Roma. Es miembro de la Real Academia Española de Ciencias Morales y Políticas (Madrid); de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas de la Republica Argentina (Buenos Aires); de la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Morales y Políticas (Santiago). Es Rector Emérito de la Universidad Católica de La Plata, ex profesor de la Universidad Nacional de La Plata; actual profesor del Instituto de Teología de La Plata y en el Seminario de La Plata. Autor de 200 trabajos sobre temas filosóficos, y de una obra de Filosofía de la Naturaleza. Cuarenta participaciones en Congresos nacionales e internacionales como miembro activo de trabajos. Premios: “Excelencia Educativa’ 1998 del Consejo Superior de entidades Educativas; “Premio Virtud’ 1999 de la Liga de instituciones no gubernamentales; Premio “Divino Maestro” del Consejo Superior de Educación Católica; Premio “Leonardo Castellani ” de la comisión del Libro Católico; “Ciudadano ilustre” de la cuidad de La Plata.
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EL CUERPO HUMANO Y EL CONOCIMIENTO SEGúN SANTO TOMáS DE AQUINO

Según Santo Tomás la consideración de la causa final nos permite conocer las últimas razones del ser y de la composición de las cosas. El alma espiritual es el componente más importante del hombre y así su encarnación en un cuerpo debe ser estudiada de parte del alma, es decir de su operación más alta, su conocimiento intelectual. En su conferencia, el profesor Elders pre-senta en primer lugar las teorías sobre la unión del alma y el cuerpo de la antigüedad, así co-mo las de algunos filósofos modernos, y analiza luego la contribución del cuerpo y las facul-tades sensitivas al conocimiento intelectual según Santo Tomás de Aquino. Por último, trata de la contrapartida de esta unión, en cuanto el cuerpo agrava al alma.
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León Elders s.v.d
Estudió filosofía y teología en los seminarios de su orden en Holanda y Alemania, prosiguiendo sus estudios de filosofía en las universidades de Utrecht, Harvard y Montrèal. Ha sido profesor en la universidad Nanzan en Japón, en el Angélico y la universidad del Laterano, Roma, en el Center de Thomistic Studies de Houston. Actualmente enseña filosofía en el seminarios de Rolduc en Holanda, en la Facultad libre de Philosophie, París, y en la Academia Gustaf-Siewerth, Alemania. Es socio de la Academia Pontificia de Santo Tomás, autor de un gran número de libros y de más de 200 artículos sobre la filosofía de Aristóteles y el pensamiento de Santo Tomás. Ha visitado en muchas oportunidades la Argentina, Chile y Perú. La Sociedad Tomista Argentina ha publicado tres libros suyos.


HOMBRE: NI áNGEL NI BESTIA

El hombre no es espíritu puro por lo que no es un ángel, ni es cuerpo bruto por lo que no es una bestia, no es ni más ni menos que un ser humano. Y su humanidad radica, precisamente, en esa indisoluble y sustancial unidad en el viviente entre los coprincipios corpóreo y espiritual, por lo que denominamos a todo humano un “espíritu encarnado” o un “cuerpo espiritualizado”.
En el presente trabajo, en primer lugar se pasa una breve revista a la doctrina tomasiana sobre el cuerpo humano, su valiosidad y la unión que guarda con el alma espiritual. En segundo término, se analizan algunas cuestiones sistemáticas que surgen como reflexiones personales en torno a la consideración de la corporeidad tales como: la dimensión exterior de la persona, la experiencia de la corporeidad, la identidad personal y la historicidad.
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María L. Lukac de Stier
Profesora, Licenciada y Doctora en Filosofía por la Pontificia Universidad Católica Argentina, Profesora Titular Ordinaria de Filosofía en la UCA (Facultades de Filosofía y Letras, de Ciencias Sociales y Económicas, Institutos de Ciencias Políticas y de Bioética). Ha sido profesora visitante en varias universidades europeas y norteamericanas. Es Profesora Honoraria de la Universidad Autónoma de Guadalajara (México), miembro del Groupe de Recherches sur Hobbes du CNRS (París), miembro de la International Hobbes Association. Actualmente se desempeña como Investigadora independiente del CONICET. Es Presidenta de la Asociación de Estudios Hobbesianos, Tesorera de la Sociedad Tomista Argentina, miembro correspondiente de la Pontificia Accademia Romana di S. Tommaso d’Aquino, Miembro Fundador del Consejo Académico de ética en Medicina, dependiente de la Academia Nacional de Medicina y Miembro del Instituto de Bioética de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Jurídicas. Pertenece al Consejo de Redacción y Comité Editor de varias revistas filosóficas argentinas y extranjeras. Entre sus publicaciones se registran dos libros de su autoría, varios volúmenes colectivos y un centenar de artículos de su especialidad en revistas filosóficas nacionales e internacionales.
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EL CUERPO INTENCIONAL

Este trabajo señala la importancia de trabajar con una noción analógica de cuerpo, en la medida en que la materialidad dimensiva, aspecto básico, va siendo perfeccionada por niveles ontológicos superiores. Se critica el uso cerrado de la noción de cuerpo, en filosofía y ciencias, para referirse al cuerpo humano y animal según el tipo de conceptualización propio de las ciencias naturales. A los modos más altos de ser-cuerpo (cuerpo orgánico, sentiente, intencional, personal) deben corresponder nuevos sentidos terminológicos. El trabajo se concentra especialmente en la noción de “cuerpo intencional”, válida tanto para los animales como para el hombre. De este modo, la noción fenomenológica de “cuerpo vivido” puede integrarse y fundarse mejor en la ontología tomista de los grados del ser y de la vida.
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Juan José Sanguineti
Argentino residente en Roma. Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad de Navarra y ex-alumno de filosofía de la UCA de Buenos Aires. Profesor titular de Filosofía del conocimiento en la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma). Miembro correspondiente de la Academia Pontificia Romana de la Santo Tomás de Aquino. Algunas de sus publicaciones: La filosofia del cosmo in Tommaso d’Aquino, Ares, Milán 1986; Ciencia y modernidad, Lohlé, Buenos Aires 1988; Ciencia aristotélica y ciencia moderna, Educa, Buenos Aires 1991; El origen del universo, Educa, Buenos Aires 1994; Tiempo y universo, co-autor Mario Castagnino, Catálogos, Buenos Aires 2006; El conocimiento humano, Palabra, Madrid 2005; Filosofía de la mente, Palabra, Madrid 2007
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LA CORPOREIDAD HUMANA ES CUERPO SUBJETIVO

El punto de partida es el hecho del descubrimiento del hombre entre los entes naturales, mas como un ente peculiar dado que participa del modo de ser de los cuerpos y a la vez él mismo se vive como conciencia, inmaterial, espiritualizado. La corporeidad es constitutiva y manifestación del yo subjetivo; por esta razón una experiencia primordial de la subjetividad consiste en descubrirse como intimidad- interioridad y como cuerpo; se encuentra como cuerpo en el cuerpo y a la vez no se identifica con el cuerpo. Ser en el mundo por el cuerpo hace posible la manifestación de la intimidad, a la vez que constituye la intimidad. ¿Cómo es el cuerpo subjetivo? Suele responderse comparando con el cuerpo de los animales, sin embargo es más iluminador visualizar la misma estructura corporal en la que aparecen las características propias y en consecuencia, las diferencias. Se privilegian y describen la experiencia del cuerpo propio, la exterioridad e inmanencia de los demás cuerpos y los límites de la subjetividad condicionada por la realidad de este hombre concreto, individuo de carne y hueso. En la diversidad de las antropologías contemporáneas se considera el cientismo positivista y los aportes de la fenomenología. El monismo materialista coexiste hoy con los desarrollos científicos que describen, distinguiendo, las estructuras y los dinamismos propios de la corporeidad (destacando las funciones neurológicas) y las funciones llamadas mentales; la visión dualista en sus diversas formas, reactualiza los clásicos dualismos. En la antropología de Santo Tomás se descubren valiosos aportes a la cuestión de la corporeidad. Inspirado en Aristóteles, Galeno y Cicerón, en la Revelación y en múltiples fuentes cristianas, su realismo metafísico- teológico se encuentra en su Comentario al De ánima, al estudiar las Creturas Espirituales y en la Suma Teológica, en el Tratado sobre el Hombre; en la Suma Contra Gentiles, en las cuestiones De ánima y en el opúsculo De Unitate Intellectus contra Averroístas. El alma espiritual como forma del cuerpo da a éste la categoría de constitutivo esencial en la unidad sustancial y específica de cada hombre. El alma tiene el ser recibido y lo comunica al compuesto. El singular puesto del hombre se origina en el grado de su participación en el ser: participa de lo corporal y de lo espiritual, que en él confluyen. Espíritu encarnado, horizonte y confín, expresa Santo Tomás.
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ángela F. G. de Bertolacci
Es Doctora en Filosofía, Universidad de Navarra, España. Licenciada y Profesora en Filosofía, Universidad Católica Argentina, Buenos Aires. Profesora Titular Ordinaria cátedra Antropología Filosófica, Fac. Filosofía y Letras y Fac. Ciencias Sociales y Económicas; cátedra Metafísica y ética, Fac. Psicología y Educación, UCA. Profesora Titular Ordinaria cátedra Pedagogía, Profesorado Superior, Fac. Psicología y Educación, UCA. Profesora con Dedicación Especial, Fac. Filosofía y Letras, UCA. Miembro Vocal Comisión Directiva Sociedad de Filosofía Tomista Argentina.
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Semanas Anteriores

(No digitalizadas)

  • XXV : Santo Tomás y la Educación frente al Tercer Milenio. (2000)
  • XXIV : Verdad y Libertad. (1999)
  • XXIII : Santo Tomás: Humanista cristiano (actas del jubileo). (1998)
  • XXII : Recepción y Crítica del tomismo. (1997)
  • XXI : La Creación. (1996)
  • XX : Cultura y vida. (1995)
  • XIX : Naturaleza. (1994)
  • XVIII : El tomismo frente a los problemas doctrinales actuales. (1993)
  • XVII : Razón y Fe. (1992)
  • XVI : Hombre y Sociedad. (1991)
  • XV : Los saberes según Santo Tomás. (1990)
  • XIV : El tema de Dios en Santo Tomás. (1989)
  • XIII : Tomás de Aquino y la metafísica. (1988)
  • XII : El hombre y la doctrina moral tomista. (1987)
  • XI : Pensamiento y Lenguaje. (1986)
  • X : Teoría y Praxis. (1985)